En todas las sociedades humanas, la sexualidad femenina es reprimida por la doble moral de género, la vergüenza de las putas, las leyes sexistas de violación y los asesinatos de honor. Sin embargo, la cuestión de qué motiva a las sociedades a castigar a las mujeres promiscuas ha sido discutida. Aunque algunos han argumentado que los hombres suprimen la sexualidad femenina para aumentar la seguridad de la paternidad, otros sostienen que se trata de un ejemplo de competencia intrasexual. Aquí demostramos que ambos sexos son reacios a las muestras manifiestas de sexualidad femenina, pero que la motivación es específica del sexo. En todos los estudios, los participantes jugaron un juego económico con una pareja femenina cuya fotografía señalaba que era sexualmente accesible o sexualmente restringida. En el estudio 1, descubrimos que los hombres y las mujeres son menos altruistas en el Juego del Dictador (GD) cuando se asocian con una mujer que señala accesibilidad sexual. Ambos sexos confiaban menos en las mujeres sexualmente accesibles en un Juego de Confianza (TG) (estudio 2); sin embargo, las mujeres (pero no los hombres) infligían un castigo costoso a una mujer sexualmente accesible en un Juego de Ultimátum (UG) (estudio 3). Nuestros resultados demuestran que ambos sexos tienen aversión a la sexualidad manifiesta en las mujeres, al tiempo que ponen de manifiesto posibles diferencias en la motivación.